Mis disculpas a los ponentes de Novedades Agrícolas, pero llegué tarde a su charla sobre la desinfección de agua a través de ozono. Sí pude asistir a la presentación del catálogo de calabacín de Gautier, que derivó posteriormente en un intenso debate sobre el virus Nueva Delhi. Algunos de los agricultores presentes le preguntaron a Manuel Martínez que para cuándo estaría la variedad resistente al renombrado en este blog virus ToLCNDV. El bueno de Manuel recordó que se han encontrado algunas fuentes de resistencia, pero que llevar ese material a una nueva variedad comercial llevará aún varios años. ¡Siendo optimistas! (esto último lo añado yo). ¿Cuántos años se tardó en lanzar al mercado una variedad comercial de tomate resistente al virus de la cuchara? Yo escuché en la sala que catorce años (…). Así que tranquilidad y mucha paciencia.
Anualmente la comercializadora ejidense Escobar & Castañeda celebra una jornada técnica sobre temas de actualidad. Y con la de este martes ya van tres ediciones. La empresa está situada en el paraje de La Loma del Viento (nombre épico donde los haya), en Las Norias de Daza, donde confluyen diferentes compañías especializadas en calabacín. De hecho este núcleo es el epicentro de este cultivo en España.
Se trata de un almacén familiar, construido hace cinco años. La última campaña movió 18 millones de kilos, un 15% de berenjena y el restante 85% calabacín, sobre todo verde, aunque también amarillo, redondo e incluso pequeñas cantidades de redondo amarillo.
En la imagen adjunta retraté al padre y director, José Luis Escobar Jiménez, y a su hijo José Luis Escobar Castañeda, que lleva labores de marketing, y a su hija Rocío.
Me comentaron que sus principales mercados son Holanda, Irlanda e Inglaterra. Un 30% de su producto se lo lleva la globalizada firma holandesa Van der Staay, de Staay Food Group, que tiene a Escobar & Castañeda como su proveedor especializado en calabacín.
En cuanto a empleo, entre 60 y 80 personas trabajan en la nave. Escobar Castañeda me destacó “el envasado manual que aquí hacemos, de modo tradicional de caja a caja para no dañar el fruto”. Me añadió que esto se conoce como “valor en tienda”, de lo que se deduce que tiene que suponer un mejor precio.
Líneas de mejora hoy día en calabacín
Durante su exposición Manuel Martínez describió el amplio y diversificado catálogo que Gautier posee en calabacín, deteniéndose en algunas variedades como Cassiopée y Perseo (ambos para invierno), Pulsar (otoño), Amalthée (calabacín blanco que se puede cultivar todo el año) o Satélite, variedad de fruto redondo.
Mostró también los resultados de un interesante ensayo sobre rendimientos, una misma variedad puesta en el campo de Níjar y en el Poniente almeriense. La productividad en kilos de la finca del Poniente duplicaba a la obtenida en la comarca nijareña. Las diferencias climáticas explicarían estos resultados.
El representante de Gautier también describió algunas de las líneas de mejora que hoy día se llevan a cabo en calabacín, en general. Valga la siguiente enumeración: conservación del fruto junto con brillo y color (manchas de poscosecha); facilidad de manejo agronómico; resistencia a enfermedades y plagas (material vegetal repelente a insectos, ToLCNDV, Oídio).
Sobre las plantas partenocárpicas apuntó que son poco productivas a corto plazo, ciclos más largos pero que implican más costes y riesgos. De ahí que el cuaje directo a la flor sea la tendencia actual.