¿Qué ocurre cuando un tópico no es un tópico? Decir que sectores que generan mucho menos empleo que otros viven subvencionados desde que existen las ayudas de la Unión Europea y que otros que crean más riqueza sobreviven prácticamente al margen de las ayudas, bien pudiera parecer uno de esos tópicos manidos y no creíbles. Pero me temo que no es así, me refiero a la comparativa entre el sector hortofrutícola y otros como el del olivar, que son lo que son a la sombra de la PAC, la Política Agraria Comunitaria.
En la columna izquierda de esta página, en el apartado de ‘Blogs amigos’ se encuentra recomendado el blog de Coexphal. Hace solo unos días publicaba este blog amigo una interesante entrada titulada ‘El sector hortofrutícola de Almería agraviado frente a otros sectores agrícolas en el Programa de Desarrollo Rural (PDR)’. No es que sea nada nuevo, afirmaciones como la anterior las llevo escuchando desde que era niño. Lo que sí me pareció más impactante fueron algunos de los datos que se recogen en dicho artículo y que han originado estas reflexiones que comparto con vosotros.
“Cada euro de ayuda al olivar retorna 3,5 euros del mercado, mientras que cada euro de ayuda a las frutas y hortalizas retorna 91 euros desde el mercado, o sea que cada euro de ayuda al olivar genera un 4% del valor de mercado del que podría generar ese euro destinado a la venta de frutas y hortalizas.
Cada millón de euros de ayuda al olivar genera 254 puestos de trabajo, mientras que un millón de euros de ayuda a las frutas y hortalizas crea 2.560 empleos, o sea que un euro destinado a frutas y hortalizas genera 10 veces más empleos que ese mismo euro destinado al olivar”.
A los amantes del mundo rural nos despiertan simpatía todas las agriculturas. Así al menos lo creo. Es mi caso. Por eso, no quiero que se malinterpreten estas líneas. No se trata de enfrentar a distintos sectores agrarios, sino de buscar una mayor ecuanimidad en las ayudas que provienen de la Unión Europea.
Prosigue el artículo de Coexphal argumentando lo siguiente: “Hace unos meses que el Gobierno de España a través del anterior ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, decidió excluir de las ayudas a las frutas y hortalizas que fueron defendidas «con pocas ganas» por un Gobierno Andaluz que prefirió insistir en otras producciones y sobre todo en el olivar. Ahora empieza la batalla por la otra cuarta parte restante y quien tiene la decisión esta vez es la Consejería de Agricultura de Elena Víboras. Necesitamos que esta consejera que proviene de Jaén ejerza de lo que realmente debe ser, o sea Consejera del Gobierno de Andalucía. Si así lo hace deberá intentar reducir el enorme desequilibrio en el reparto provincial del dinero público. Además estará realizando una política de apoyo a la inversión productiva en el sector más inversor y productivo y a las provincias más inversoras y productivas de Andalucía”.
El sector hortofrutícola pone una pica en Flandes
Hace solo unos días, tras la última asamblea de Fepex (donde está como miembro Coexphal), los exportadores españoles de frutas y hortalizas anunciaron que el sector tendrá una oficina en Bruselas para la defensa de los intereses hortofrutícolas. Creo que esta noticia viene muy al hilo de la anterior, ya que la mejor manera de defender lo tuyo es teniendo una interlocución directa. En resumen, que los exportadores se plantean como una necesidad perentoria la creación de un lobby en el corazón de Europa (donde se corta el bacalao), que luche por los intereses del sector hortofrutícola español.
Algunos llevan años pidiendo esto. Nunca es tarde cuando se aprende a caminar. No será fácil en el mundo de los euroburócratas. Pero no queda otra. De los políticos, sean del color que sean, solo se pueden esperar promesas. Y fotos en las ferias. Recalco lo de ‘sean del partido que sean’.